Lo dejaron solo. El grito desesperado de un Scaloni que no tuvo eco en el vestuario ni en la AFA: ¿Está a tiempo de seguir?Por Christian Leblebidjian
Desde que Lionel Scaloni puso en duda su continuidad en la selección, el 21 de noviembre pasado, no se terminan de esclarecer los motivos –públicamente- que ponen la continuidad en jaque. Ni siquiera las declaraciones de un lado y del otro dejan al descubierto (de manera oficial) las razones del desgaste. Sin embargo, lo que se observa es que al DT lo dejaron solo. Ya sea por omisión o por confrontamiento vía terceros, a Scaloni lo dejaron solo (con su cuerpo técnico). Y si todavía no se fue es porque pretende seguir, porque debe sentir que es el primero o el segundo en querer seguir ganando con la Argentina. El grito desesperado puede ser la alarma para avisar internamente: “Está pasando esto”. Y si se exterioriza es porque (puertas para adentro) no tuvo antes las soluciones esperadas. Si no las pidió, ahí al técnico se le habría escapado un paso intermedio. Pero el malestar está y la continuidad sigue en duda, por más fotos que se saquen o frases que se digan para maquillar determinadas circunstancias.